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¿Somos más felices durante el verano?

Esta pregunta crea un debate constante, y hay tantas respuestas correctas como personas.

Parece que en las calles es un tema de controversia. El ‘’yo soy más de invierno’’ y el ‘’yo soy más de verano’’ siempre tiene que ver con nuestros gustos, pero también con un factor muy importante al que no solemos poner atención: al factor físico.

Hay personas que parece que el verano les dé la vida. De repente se sienten llenas de energía y ganas de hacer mil cosas, como si despertaran de una larga hibernación. Por otro lado, están los que se quejan del calor y no soportan el clima por esas fechas.

A mí, como psicóloga, me gusta basarme en estudios científicos para poder aportar datos reales y fiables a este tipo de teorías. Lo curioso es que en este caso me encuentro estudios que demuestran tanto la teoría del ‘’sí, se es más feliz en verano’’ como la teoría del ‘’no se es más feliz en verano’’.

En la Universidad de Southampton llevaron a cabo una investigación en la que encuestaron a una serie de adultos, de los cuales el 90% aseguraban sufrir cambios leves de ánimo, energía y sueño ante los cambios estacionales. En invierno, ese alto porcentaje de adultos, se notaban más decaídos, tristes e incluso, deprimidos. Y en verano, se encontraban en una situación contraria: se sentían enérgicos, mucho más positivos y con ganas de hacer más cosas que en invierno.

En contraposición, la revista Emotion, publicó una investigación en 2008 en la que se estudió a 1600 personas atendiendo a factores meteorológicos: la luz solar, el viento, la temperatura y las precipitaciones entre otros. Se observó que la luz solar afectó al estado de ánimo tornándolo más alegre y positivo, pero, por otro lado, la temperatura alta hacía sentir a algunos de ellos irritables y angustiosos, por tanto, el aumento del buen ánimo, quedó algo eclipsado por la agresividad y angustia que provocaban las altas temperaturas.

Las 5 pruebas científicas que apoyan el ‘’sí’’

1- Más sol, más vitamina D. Así de simple. La vitamina D nos ayuda a aumentar la serotonina, que es un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, conocido como una de las hormonas de la felicidad.

2- Los genes que tienen relación con el sistema inmune, por épocas estivales están más activos. Eso nos evita enfermar tanto como lo hacemos en invierno.

3- La memoria del cerebro. El cerebro aprende cuando somos pequeños que la época estival es lo más: tiempo libre, de juego y diversión. Y ese rasgo neuronal queda tan grabado en nuestro cerebro, que, inconscientemente, nos afecta en la adultez.

4- Sin querer, adoptamos una alimentación más saludable. Las frutas y ensaladas entran en nuestro menú, nos lo pide el cuerpo. Y suplimos por comidas ligeras y frescas las grasas que entran mejor en invierno.

5- Suelen ser más constantes las relaciones con los que más queremos. Eduard Punset dijo: ‘’La primera causa de la felicidad son las relaciones personales’’ y estoy totalmente de acuerdo con ello.

Tanto si los estudios nombrados muestran la realidad como si no, hay maneras de buscar el camino de la felicidad y transitarlo incluso si las vacaciones se te hacen cuesta arriba, como si son lo mejor que te ocurre en todo el año.

Formas de aumentar tu felicidad en época vacacional

Basándome mi método STAM, el cual he diseñado según los pilares que considero clave para la felicidad, te doy algunas ideas para sentirte mejor en verano:

1- Pilar Salud: Este elemento abarca el cuidado y cultivo de nuestra salud a nivel físico, psicológico y espiritual. El ejercicio físico libera endorfinas, que son los neurotransmisores que se encargan de estimular circuitos cerebrales que están relacionados con el placer, tienen un efecto analgésico, que hace que disminuya la ansiedad y aumente nuestra sensación de bienestar.

Haz deporte al aire libre, aprovecha para escapar a parajes naturales a los que no puedes ir cada día. Haz un picnic sobre el césped en un parque o decora tu casa con plantas y flores.

Mantenerte en contacto con la naturaleza te llenará de vitalidad y mejorará tu salud

2- Pilar Trabajo y sueños: Este pilar se refiere a la búsqueda de algo más grande que uno mismo. Comporta la idea de que el sentido de nuestra vida vaya más allá de nosotros mismos. De este modo, a cada objeto alcanzado, a cada meta obtenida, a cada propósito logrado le subyace un significado relevante que le da un sentido trascendental.

3- Pilar Amor y relaciones: Este pilar hace referencia a mejorar nuestras relaciones personales: igual que sería ideal potenciar las relaciones positivas, no debes tener miedo a alejarte de aquellos que no suman.

Practica el ‘’dar’’. Una investigación de la Universidad de Chicago ha demostrado que el sentimiento de felicidad que provoca el dar, dura más que el que provoca recibir, haciendo tangible el refrán que todos conocemos.

Invitar a una barbacoa a aquellos amigos con los que hace mucho que no coincides puede reforzar tu pilar de relaciones aportando más felicidad a tu vida y las vidas de ellos.

4- Pilar Mente: Con 60.000 pensamientos al día debemos cuidar bien lo que pensamos. Lo que nos decimos a nosotros mismos va a dictar la vida que vivimos.

Procura consumir más experiencias que cosas materiales, porque al final, la experiencia es mucho más gratificante.

Monta la actividad que siempre has querido hacer, ves al restaurante que siempre dices que quieres ir, pero al que no has ido hasta ahora, vive un amanecer desde un lugar privilegiado o báñate en el mar de noche. La experiencia que deseas vivir, la eliges tú.

Y ahora la cuestión inevitable:

¿Somos más felices en vacaciones?

Pues debo confesar que en este punto no hay respuesta correcta. Cada ser humano es lo que es más sus circunstancias.

Habrá gente para la que hablar de vacaciones sea negativo, por uno o por muchos motivos.

Pero si me baso en lo habitual, hablar de las vacaciones es hablar de algo que hemos vivido desde la infancia. Es una parcela de desconexión de la rutina que asociamos con sol, viajes y encuentros. Es muy beneficioso dedicarnos un tiempo a nosotros mismos.

Yo lo veo así. Las vacaciones nos vienen dadas por el trabajo y los estudios, pero somos nosotros quien nos damos ese tiempo y considero que es bueno abandonarse al relax. A dejar que el tiempo vaya más despacio, conseguir aplazar temas que tal vez nos preocupan. Quizás no es necesario destinar todo el tiempo vacacional a ello, pero, si me permites un consejo, destina una parte de él a encontrar la calma, a tu manera, descansando por el placer de no hacer nada. Sin culpa. Y cambia de rutinas, haz realidad alguno de tus deseos, vive aventuras más grandes o más pequeñas.

Una de las cosas que más me gusta decir es: ‘’No importa el qué, sino el cómo’’. No hacen falta grandes experiencias o grandes viajes. Cualquier aventura vivida, con intensidad, con las personas que amas, será maravillosa.

Deja las redes en un segundo plano, vive tus vacaciones para ti y no para enseñarlas. Comparte si te hace feliz, ¡pero sobre todo vívelas!

Tal vez tienes poco tiempo, quizás te ronden algunas preocupaciones laborales, económicas… Pero es importante darte, aunque sean tres días para ti, para tu descanso.

¿Y tú, qué vas hacer este verano? Me encantará leer tu comentario.

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