Seguro que has oído hablar más de una vez sobre este término anglosajón. Si no sabes qué es exactamente, este artículo te interesa.
¿Cuántas veces habremos oído eso de que ‘el cerebro es una esponja’? Tiene un motivo y te explico el por qué. El cerebro aprende a base de la experiencia. Sabe que, si tocas algo ardiendo, te puedes quemar. Ya sea por experiencia propia o ajena. Pero no sólo aprende de acciones y realidad, sino que también toma como experiencia todo eso que piensas. Es decir, que para el cerebro tiene el mismo peso neurológico un hecho (el fuego quema) y un pensamiento (el concepto que tienes sobre ti mismo).
Un pensamiento repetido una y otra vez hace que se convierta en un rasgo neuronal. Eso provoca que se tenga una facilidad cada vez mayor para pensar igual sin esfuerzo. Como si esa repetición te conectara un piloto automático para pensar lo mismo en las mismas situaciones inconscientemente.
Se puede apagar este piloto automático si se desea siguiendo estos tres pasos
1- FOCO MENTAL
No es otra cosa que aprender a dirigir tu energía mental en la dirección que tú quieres. Concentrarte en algo determinado, como tu respiración, y conseguir abstraerte de lo externo, de todo lo que tienes alrededor.
Aunque al principio te costará que no te aparezcan otros pensamientos mientras practicas el foco mental, con la práctica, se hace más sencillo.
2- REPROGRAMACIÓN MENTAL
Como ya hemos comentado, la mente interpreta lo que nos ocurre con los sentidos y también lo que pensamos acerca de lo que nos ocurre.
Por ejemplo: dos personas ante una misma situación pueden reaccionar de forma muy distinta. Imagínate una situación de un despido laboral. Tenemos una de las dos personas que cae en la desesperación y, en cambio, la otra a la que también la han despedido se siente liberado.
No es una cuestión de su entorno, ya que ambos tienen la misma situación familiar, las mismas facturas que pagar y los mismos problemas que solucionar. Pero sus mentes han interpretado la misma situación, aunque de diferente forma.
3- CONSTRUCCIÓN DE PROCESOS PROFUNDOS
Solemos confundir pensar con dejar que los pensamientos se agolpen en nuestra mente sin control. Pero pensar significa dirigir esos pensamientos en algo más profundo y menos caótico.
Cuando estamos en un estado de estrés constante nuestros pensamientos se vuelven erráticos. Practicar mindfulness cada día, aunque solo sea por un breve momento, nos permite adquirir claridad en nuestros pensamientos. Estar presentes aquí y ahora. Desocupar de pensamientos no beneficiosos nuestra mente, ya de por sí, sobresaturada.