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La importancia de la red flags en las relaciones de pareja

La falta de intimidad emocional es un síntoma frecuente entre las relaciones de pareja insanas. Detectar las señales de alerta es clave para poder vivir una relación sana y satisfactoria para nuestro bienestar emocional.

Traducimos red flag literalmente como bandera roja. Y el rojo, en nuestra cultura, es un color asociado a una señal de stop o de peligro, ya sea en la conducción, en el deporte, etc. En cuanto a las relaciones sentimentales, el término red flag hace referencia a las señales de alerta que podemos detectar en parejas que, probablemente, no tengan una relación sana.

Es importante poner límites a determinadas conductas en una relación de pareja. Si intentamos ser honestos con nosotros mismos, todos tenemos ese sexto sentido, esa intuición para detectar este tipo de señales.

Las relaciones de pareja deberían fluir de manera natural. Cuando ya se lleva un tiempo de relación podemos sentir que hay cosas que no encajan y algunas pueden resultarnos poco normales o extrañas. Por ejemplo, cuando observamos alguna muestra de falta de respeto, desde las manifestaciones más graves hasta las actitudes más solapadas, o cuando no nos sentimos cómodos expresándonos de manera espontánea tal y como somos.

En definitiva, las red flags hacen referencia a esos indicadores que nos dicen que algo debe ser cuestionado de otra manera. Son indicios de que algo puede causar problemas en el futuro.

8 red flags relacionales clave a las que hay que prestar atención

1- Falta de respeto

Si tu pareja demuestra algún tipo de violencia a tu persona, o incluso a otras personas de su círculo cercano, estamos claramente delante de una bandera roja. Probablemente estas personas no saben gestionar sanamente sus emociones e incluso tienen falta de empatía. También hablamos de falta de respeto con actitudes que pueden parecer más sutiles como las críticas, no aceptar las diferencias de la pareja, mentir, las humillaciones y la manipulación emocional siendo ésta una de las más frecuentes.

2- Mala comunicación

Cuando hay una comunicación desde un estado emocional intenso, por ejemplo, desde el enfado, la comunicación normalmente será defensiva. Desde ese punto solo se consigue discutir y atacar a la otra persona. Por otro lado, el no entender las necesidades emocionales del otro, no comunicarlas o no comunicarlo adecuadamente, provocará el conflicto.

3- Falta de confianza

¿Estás seguro de que tu pareja está ahí cuando la necesitas? ¿Tienes miedo de que pueda engañarte o mentirte? Por otro lado, pon la alerta si tu pareja desconfía de ti y te sientes presionado por ello.

4- Invalidación de las emociones

Si cuando expresas tus emociones o sentimientos tu pareja los invalida, no es una buena señal. Este comportamiento provoca que tus sentimientos sean inaceptables, irracionales o equívocos.

5- Sentimiento de culpa

Si tu pareja intenta darle la vuelta a las cosas y hacerte sentir que lo que sientes o haces es culpa tuya. Es muy peligroso entrar en ese círculo vicioso donde uno empieza a creer que todo es culpa suya y que nos merecemos las cosas malas que nos suceden.

6- Comportamientos de control o posesión

Que tu pareja intente controlar constantemente a quien ves, con quien hablas, cuando estás en línea en WhatsApp, dónde vas, en qué gastas el dinero, etc. Normalmente, esas actitudes indican que esa persona tiene un problema subyacente debajo que debería trabajar.

7- Historias de “Crazy ex”

Es normal hablar de las relaciones anteriores al inicio de una nueva relación, pero si tu pareja habla excesivamente mal de sus ex demuestra una falta de respeto por las personas que quiso en el pasado y además demuestra que no se hace responsable de la relación.

8- Falta de intimidad emocional

La intimidad emocional, es decir, conectar profundamente con tu pareja, es un imprescindible en una relación. Si tu pareja no está abierta y no conectáis auténticamente o incluso critica que esto sea importante, vuestra relación no podrá ser satisfactoria.

Podemos identificar estas red flags cuando la relación te está generando un sufrimiento, cuando sientes que tienes que luchar por aquello que necesitas. Sientes que haces un sobreesfuerzo, cuando no hay un buen trato hacia tu persona. En definitiva, si no te sientes libre o tienes cierto “miedo” de no mostrarte tal y como eres en la relación.

De hecho, esto sucede más de lo que podamos pensar. En la consulta, me encuentro que esta es la parte más difícil de gestionar y uno de los motivos por los que sucede son nuestras creencias de la relación que influyen en cómo se interpretan esta red flags.

Es decir, a pesar de identificar que en tu relación hay red flags, se mezcla con la ilusión positiva de la relación y con otras señales que pueden ser sanas y agradables. Además, estas personas suelen creer en el cambio de la pareja, pero si no hay voluntad y reconocimiento por la otra parte, eso difícilmente sucederá.

A veces negamos evidencias porque el sentimiento que tenemos es sincero y no queremos ponerlo en juego, pensamos que podremos superar esos desencuentros. Los vínculos de amor de pareja suelen ser muy fuertes y depende de las personas pueden llegar a crearse relaciones de dependencias que pueden ser muy tóxicas.

Hoy en día tenemos muchas trayectorias vitales como opciones, pero la vida en pareja sigue siendo el eje para muchas personas. Deberíamos identificar mejor los comportamientos que nos producen estas alertas, pero no siempre es así. Parece que el ser humano tarda mucho en evolucionar y las inercias de comportamiento suelen durar muchas generaciones.

Si una persona habla a su pareja sin respeto y esta actitud se repite habitualmente, es evidente que esa persona está actuando de una manera que puede parecerle normal. Las señales de alerta suelen aparecer también en detalles muy sutiles, como desautorizar en una conversación a la pareja delante de amigos, cuando la comunicación se hace difícil, etc. La pregunta clave es: qué es susceptible de cambio y que no; qué es anecdótico y qué es intrínseco.

Es importante confiar en tu propia intuición y si detectas alguna red flag, intentes hablarlo para ver si la persona es consciente y quiere trabajar en ello. Y si no sabes cómo gestionarlo, siempre puedes recurrir a un terapeuta para que te ayude.

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