Cuántas veces hemos sentido que no tenemos tiempo para nada. Todos contamos con 24 horas al día, pero ¿porque unos las aprovechan más que otros?
Es de lo más normal que ante la situación y el pensamiento de “no tener tiempo para nada” surja el agobio y la ansiedad. Pero la gestión del tiempo es de los únicos factores que podemos controlar, una buena estructuración de tu tiempo provocará que estos nervios y el agobio desaparezcan y además ganarás tiempo para poder hacer lo que realmente te gusta.
El poder del tiempo
¿Cómo hacerlo?
1- Depende de ti: Lo primero es tener en cuenta que la gestión del tiempo depende de nuestra motivación y la motivación surge a partir de una creencia, un pensamiento. Cambiar la expresión “no tengo tiempo para nada” por otra expresión más positiva como por ejemplo “si priorizo y me organizo tendré tiempo para resolverlo todo» cambiará tu estado de ánimo.
2- Hacer rutinas: Será importante que puedas hacer rutinas en tu vida cotidiana, piensa que al cerebro le gusta saber lo que va a pasar, con las rutinas puedes organizar tu tiempo de antemano, incluso tu tiempo «de no hacer nada».
3- Prioriza: La clave está en saber priorizar, es decir, distinguir el tipo de tarea que tenemos delante, entre lo que es urgente y lo que es importante.
4- Focalízate solo en una tarea: Cuando pensamos en todas las cosas que tenemos que hacer no cumplimos ninguna al 100%, por ello es imprescindible que realices solamente una tarea a la vez y puedas poner toda la atención y concentración en ella.
5- Metas: Establece tus objetivos por escrito, en forma positiva, clara y concisa. Con una fecha de inicio y una de fin.
6- Dedica tiempo a tus seres queridos: Puede parecer contradictorio, pero invertir tiempo en actividades gratificantes y compartir experiencias con tus amistades, familia, etc. hará que el tiempo que dediques a tus tareas sean más productivas y gratificantes. Pregúntate cuanto tiempo dedicas hacer cosas que no te aportan ningún beneficio como por ejemplo ver la televisión, seguro que puedes remplazarlas.
Por último, te propongo que hagas un ejercicio: Cuando sientas agobio y tengas muchas cosas que hacer, responde a estas dos preguntas: ¿qué es lo más importante que tengo que hacer hoy? y ¿si sólo tuviera que hacer una cosa, ¿qué sería?